viernes, 27 de septiembre de 2013

No a la reforma de la ley del aborto.

Hoy, una vez más las mujeres de clase obrera y popular del Estado Español tenemos que hacer frente a un nuevo ataque de un sistema que se empeña en acentuar la relación de poderes del patriarcado y a degradar a la mujer a su utilidad maternal. Cualquier tipo de regulación del derecho al aborto, es decir, la interrupción voluntaria y consciente de un embarazo por parte del ser humano que lo sufre, supone el arrebato a la mujer de sus derechos reproductivos y del control de su sexualidad.

La nueva reforma de la ley del aborto consiste en un retroceso a la primera ley de 1985 y reduce los casos de posibilidad de ejercer el derecho que es el aborto a supuestos de violación, daño para la vida o salud física o psíquica de la madre y malformación acentuada del feto. Estos casos, además, estarán estrictamente matizados y regulados, impidiendo el derecho al aborto libre, obedeciendo, como siempre, a los intereses de las clases dominantes y del género hegemónico. Pero, podemos además poner nombre y apellidos a los interesados en controlar los embarazos de las mujeres. La derecha más reaccionaria, encabezados por la ultraconservadora Iglesia Católica juega un papel primordial en el dictamen de esta reforma. Esta institución compara a la mujer con la hembra de cualquier especie animal, reduciendo su función social a la de asegurar la reproducción y el mantenimiento del ser human, por lo que niega el derecho a decidir sobre su propio cuerpo y su maternidad. En este sentido, la imposición de una ley que pone trabas al aborto en supuestos en los que el feto tenga alguna discapacidad o enfermedad responde a una ideología podrida que, disfrazada en eslóganes como “Derecho a la vida” pretende reducir la capacidad de decisión de las mujeres independientes y conscientes.

Mas no son sólo los grupúsculos ultra reaccionarios los beneficiados con la nueva Ley, sino toda la burguesía financiera en pleno, que se apoya en las nuevas condiciones de para el aborto con el fin de continuar su marcha hacia la privatización de los servicios sociosanitarios. La ley del aborto constituye un ataque frontal, no solo contra las mujeres tradicionalmente oprimidas y menospreciadas e  sus capacidades, sino contra el conjunto de la clase obrera, igualmente pisoteada y vejada en sus derechos. La existencia de la objeción de conciencia permite también que los profesionales puedan negarse por motivos ideológicos o religioso-morales a practicar un aborto cuando lo mujer lo desea. Esto, junto con el impedimento a las mujeres de 16 años a decidir sin la autoridad paterna, pone en bandeja a los centros privados el encontrar las grietas legislativas que permitan la máxima de “si tienes dinero, puedes hacerlo”. Por otro lado, la sombra del copago para financiar estas intervenciones en detrimento de la financiación pública rodea todo este aparato.


Por todo ello, desde el derecho al aborto libre y gratuito para todas las mujeres en el seno de la Sanidad Pública, con un acceso libre a la información y uso de métodos anticonceptivos y  un desarrollo libre de su sexualidad. Además, reconociendo que estas realidades sólo serían posible en el contexto de una sociedad justa e igualitaria, reivindicamos la expulsión del lastre de la religión y moral católica de la esfera pública con la laicidad del Estado Español y la implantación de una educación no patriarcal que respete el derecho de las mujeres  a decidir por si mismas. 

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