Las mujeres pueden vestir o cuidarse como deseen, eso es lo que propugna esta sociedad, haciendo olvidar todas las exigencias físicas que el género femenino debe asumir desde que nace. Pero ¿de verdad la mujer es libre de hacer con su cuerpo lo que desee? Claramente no. Las mujeres creen que son libres porque no llevan un burka, lo que no saben es que el burka occidental son los cosméticos que día a día los medios les dicen que tienen que aplicarse para verse y que la vean guapa.
Las mujeres son prisioneras de su cuerpo, pero esto se debe a lo cánones de belleza que te impone una sociedad machista como en la cual vivimos. Una chica joven que no se depile y ya tengo vello en el colegio recibirá insultos o calificativos despectivos por ello y, como éste, mil ejemplos más. En los spots publicitarios nunca vemos a un hombre vendiendo un maquillaje para tapar las imperfecciones y conseguir una piel diez. Cuando se trata de adelgazar raramente vemos a un hombre anunciándolo, si no que vemos mujeres desesperadas por tener una apariencia. Nos venden una igualdad de paja, cuando entramos en las famosas tiendas de Amancio Ortega podemos observar una cosa muy clara actualmente, ¿Dónde encontramos las camisetas más cortas, los pantalones más cortos... en la sección de mujer o de hombre? Claramente en la sección primera, una falsa apariencia de la liberación del cuerpo de este género con tales tipo de ropa. Algunas personas piensan que es así porque ya no se escandaliza la gente, pero ¿de verdad es esto cierto? Las chicas que utilizan esta ropa cuando salen a la calle tienen que aguantar miradas tanto acusadoras como pervertidas, piropos...siendo únicamente vista como mercancía. El capitalismo se ha aprovechado de la sociedad patriarcal creando en la mujer una serie de necesidades vitales que la obligan a ser perfecta una perfección irreal. Pero últimamente la comercialización del cuerpo del hombre está creciendo creando también en el unas exigencias para su cuerpo.
Una sociedad dura para las mujeres en todos los ámbitos de su vida, una sociedad al que le da igual cuantas enfermedades derivadas de la nutrición se pueden llevar los estereotipos creados, con tal de generar mercado y ganar dinero. La lucha de la mujer de la que tanto hacen eco los medios de comunicación al servicio de la clase que más tiene creen que ha terminado, en plena crisis económica se acentúan las desigualdades desfavoreciendo a la mujer por ello desde el BJV seguiremos luchando por su igualdad en todos los ámbitos de la vida.