Hace apenas un par de semanas comenzó una campaña mediática, que al igual que el resto, ocupaba las franjas horarias de mayor importancia, noticiarios repletos de abusivo contenido y programas televisivos y radiofónicos de debates de dudoso interés. Los periódicos y diarios de actualidad, ocupan sus portadas y sus páginas centrales, y se intensifican las rotativas con la esperanza de aumentar beneficio de la sangría. Y sin embargo, la información le llega difusa al pueblo, repleta de contenido contradictorio entre una fuente y otra, con excesiva opacidad por parte del gobierno y con demasiada conspiración por parte de la oposición. Mientras tantos las organizaciones por los derechos humanos exigen y culpabilizan desde sus intereses.
Esto lleva ocurriendo desde el pasado 6 de febrero, una fecha lamentable, en la que la Guardia Civil acabó con la vida de 15 personas procedentes del África subsahariana, en un nuevo intento desesperado por cruzar la frontera sur española, más concretamente en las payas del litoral ceutí. Todos los datos apuntan como culpables al director de la Guardia Civil y al ministro de interior, Jorge Fernández Díaz, ya no solo por permitir la orden de disparar con pelotas de goma a inmigrantes desarmados, sino por justificar esta horripilante acción, más común de la dictadura franquista en la que participó el padre del ministro de interior.
Después de casi dos semanas del suceso, hoy nos encontramos con vídeos falsos del ministerio de interior, millones de denuncias, protestas en las calles, actualización de informaciones con los dos últimos muertos encontrados por la guardia costera, y sobretodo, debates sobre las cuestiones de la nación, de sus fronteras y del papel de la UE. Esto último, es lo más preocupante de la noticia que podemos destacar, pues se ha dado pie a todo tipo de teorías de xenofobia, cargos políticos hablan impunemente sobre cuestiones raciales, y las redes sociales motivadas por la prensa manipulada, abren el debate de las fronteras y las “avalanchas” de inmigrantes.
Mientras el gobierno justifica y culpa a las fuertes corrientes marítimas de matar a los quince subsaharianos, promueven falsa propaganda de xenofobia y advierten del peligro de estas “avalanchas” traídas por las mafias, que según ellos, se frena aumentando el presupuesto a Defensa para fortificar las fronteras españolas. El gobierno toma la actitud de niño caprichoso, exigiendo a la Unión Europea que nos dejen aumentar un poco más la deuda, para instalar más alambre espinado, más muralla, más patrullas, efectivos, vehículos, drones, etc.
En cambio no dicen ni pío de los inmensos beneficios robados de África o El sur de América, paises explotados durante siglos, herencia de las potencias coloniales que les absorbieron la vida dejándolos deudas altísimas que, los mismos países imperialistas, les obligaron a tener. No hablan de las empresas españolas que se fundan en países con menor desarrollo, con el único fin de aumentar sus beneficios económicos, a costa de explotar a los habitantes de los países llamados tercermundistas. No hablan de cómo esas empresas exprimen millones de hectáreas fértiles de Latinoamérica, como desangran el suelo de África y Asia para la obtención de minerales y no hablan de cómo crean, los imperialistas, guerras que tienen como premio unos buenos litros de crudo en Oriente Medio. Sin embargo los invasores son los miles de inmigrantes que cruzan, sin uniforme ni armas las fronteras, y los salvadores son quienes despliegan carros de combate por medio mundo, financian guerras y el terrorismo y reparten bases militares entre los países aliados, como la base de la OTAN en Rota, curioso…
Finalmente, El Bloque Joven de Valdemoro no juzgará a una persona por su raza o etnia, sexo ni por cultura, pues son condiciones naturales. No juzgaremos la desesperación de las personas que abandonan su hogar, obligados por las guerras y miserias que generan los negocios financieros. Pero sin duda si podemos criticar y señalar como culpable, a este sistema genocida, que alimenta las barrigas de los más ricos en base de generar la pobreza del pueblo trabajador.
¡NINGÚN SER HUMANO ES ILEGAL! El problema de la inmigración es una cuestión que no se resuelve disparando a seres humanos. El problema procede de la raíz, de unos intereses económicos, de países que explotan a otros, de la misma forma que nos explotan en el trabajo y en la vida cotidiana. Ni más dinero en armamento o murallas, ni leyes más estrictas conseguirán frenar un asunto tan grave, como es la inmensa desigualdad que sufre el mundo y el cada vez mayor aumento de la pobreza mundial, al igual que pasa en el Estado Español.
¡EL ÚNICO INVASOR, EL CAPITAL EXPLOTADOR!
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