La
marca Coca-Cola se ha convertido, a base de agresivas campañas publicitarias,
de su construcción como monopolio (que bien serviría como ejemplo para
explicar, en si misma, el método de producción capitalista) y de la explotación
de millones de trabajadores a lo ancho y largo del globo, en uno de los
principales objetos de consumo por parte de la juventud mundial. Coca-cola,
como marca, ha llegado a dar nombre, incluso, al producto, la bebida de cola y
en los barrios de la juventud obrera en Madrid, es uno de los elementos más
consumidos en diversas situaciones: con amigos, como acompañamiento de comida,
incluso estudiando, además, debemos recordar que
Coca-Cola integra, además de a dicho refresco, a otros como Fanta, Aquarius,
Nestea, Sprit o Burn.
Producida
y consumida en decenas de países, nadie sospecharía nunca de una supuesta baja
rentabilidad, o de la ausencia de gigantescos beneficios económicos por parte
de la compañía Coca-Cola. Por eso, podría llegar a llamar la atención la
noticia de que Coca-Cola Iberian Partners, que desde febrero de 2013 integra a la
totalidad de las embotelladoras de la empresa en España, pretenderá cerrar 4 de
las 11 plantas embotelladoras en el Estado, además de aplicar varias “medidas
de ajustes”, recortes, desplazos y despidos al conjunto de los trabajadores.
Ciertamente,
no hay ningún tipo de razón de pérdidas económicas o necesidades específicas
para estas acciones, sino las clásicas escusas de mejora de calidad, eficacia,
velocidad en el servicio, las cuales los obreros y obreras estamos hartos de
oír en el sistema de producción capitalista. El capitalismo y el empresario sin
principios siempre busca más y más ganancias, pasando por encima de los
derechos obreros, jugando con nosotros, nuestros salarios, nuestra vida como si
fuésemos piezas de un juego. Y eso es algo que la clase obrera en Madrid
empieza a comprender.
Nos
congratulamos enormemente del trabajo, la lucha que están llevando a cabo, sin
pausa, los trabajadores y trabajadoras de las plantas embotelladoras de
Fuenlabrada y otros puntos del Estado, dejando claro que su puesto de trabajo
no se vende, que no se renunciará cuando el monopolio de Coca-Cola se llena
cada vez más los bolsillos a costa de explotarlos y desecharlos, como si fueran
trapos. Pero también celebramos las enormes muestras de solidaridad que se está
llevando por parte del pueblo de Madrid con estos trabajadores, codo con codo
con ellos en todas movilizaciones y luchas, así como en el boicot a la marca
Coca-Cola.
Los
resultados de esta lucha y esta solidaridad obrera no han podido ser callados,
y vemos como Cola-Cola ha descendido en un 40% sus ventas en Madrid,
demostrando así que con la lucha y con la unidad podemos decirle bien claro al
patrón que no estamos dispuestos a ceder a sus medidas. Con la máxima de
“Madrid, no produce, Madrid no consume” se está llevando a cabo un boicot que
no solamente afecta a los beneficios económicos, sino a aquello que llaman
prestigio de la propia marca. No obstante, siempre hay otros empresarios que
buscan hacer leña del árbol caído y sacar provecho de la situación, y
recientemente hemos oído como Pepsi, otro monopolio, rival de Coca-Cola, pero
con un sistema de producción y unas políticas explotadoras de la clase obrera
similares, ante el aumento de ventas que está disfrutando, ha decidido subir
sus precios.
Con
esto queda patente como Coca-Cola no es una excepción y, aunque como se ha
dicho unas líneas más arriba, podría servir de ejemplo ilustrativo del sistema
de producción y de mercado capitalista, no es la única, ni mucho menos, que
está despidiendo y recortando a sus trabajadores. Por ello, queremos llamar a
la continuación de la lucha y el boicot contra los productos de la marca Coca-Cola, pero también, y lo
que es más importante, que este despertar de consciencias y de solidaridad
obrera no caiga en saco roto, y que aprendamos quién es el verdadero enemigo y
cómo la lucha es el único camino.
Porque
el puesto de trabajo no se vende y no vamos a aceptar más recortes y despidos.
¡VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA!
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